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Juan 8:32 y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.
Bendiciones a todos, espero que el amor de Dios fluya en sus corazones y que la gracia de Dios les sostenga.
En Juan 8:32 tenemos una gran promesa y la promesa es que si conocemos la verdad, la verdad nos hará libres.
Y no solo esto, sino que en Juan 8:36 dice lo siguiente:
Juan 8:36 Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres.
Es decir, no solo tenemos la promesa de libertad sino la certeza de una libertad plena y verdadera.
Y esto es a consecuencia del sacrificio expiatorio de Cristo Jesús que al resucitar nos dio libertad de la muerte, es decir, todos estábamos a expensas de la muerte y regidos bajo ese régimen de esclavitud.
Y esta muerte tenía como arma el pecado y como poder la ley.
Pero Cristo al morir en la cruz venció al pecado en sí mismo y cumplió la ley para obtener victoria sobre ellos y hacernos libres de ellos y de las consecuencias que ambos nos daban.
Porque Cristo Jesús sufrió la consecuencia de la ley y del pecado. Pero ahora por su muerte y resurrección, no solo venció a la ley y al pecado sino a la muerte. Y por consecuencia tenemos una plenitud de libertad en Cristo Jesús.
Así que ten esperanza en que Cristo tiene la verdadera libertad y las llaves para sacarte de todas tus prisiones.
Romanos 8:2 Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte.
1 Corintios 15:56 ya que el aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado, la ley.
Apocalipsis 3:7-8 Escribe al ángel de la iglesia en Filadelfia: Esto dice el Santo, el Verdadero, el que tiene la llave de David, el que abre y ninguno cierra, y cierra y ninguno abre: Yo conozco tus obras; he aquí, he puesto adelante de ti una puerta abierta, la cual nadie puede cerrar; porque aunque tienes poca fuerza, has guardado mi palabra, y no has negado mi nombre.